Es criterio general atribuir al Bos taurus ibericus, o bovino negro del centro peninsular, el origen directo de la raza. A partir de la segunda mitad del siglo XIX se redujo el área geográfica del gran bovino negro ibérico a la Meseta Central, dando lugar al apelativo agrupación Serrana, que recibían diferentes denominaciones como consecuencia de su asentamiento geográfico.
Es una raza ampliamente distribuida por la Península Ibérica. Pueden encontrarse ejemplares en Castilla y León, Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, La Rioja, Aragón, Andalucía, Valencia, Cataluña, hasta un total de 20 provincias. En general en zonas de montaña, sierras y dehesas.
Muy vinculada a la actividad trashumante entre sierras y extremos, está perfectamente adaptada a la explotación en modelo extensivo, con una eficaz capacidad de ganancia de peso o pérdida, en función de la disponibilidad de alimento.
Su carne, que posee una calidad reconocida históricamente, actualmente está protegida por las IGP “Carne de Ávila” y “Carne de la Sierra de Guadarrama”.
Censos en Madrid 2017: 4.242 animales en 61 explotaciones ganaderas