La Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI), dependiente de la Consejería de Presidencia, Justicia y Administración Local, organiza estas iniciativas en seis centros –Altamira, El Laurel, El Lavadero, El Madroño, Renasco y Teresa de Calcuta–. Estas pueden ser generales, las que se aplican a todos los participantes que se encuentran en estos recursos del Ejecutivo autonómico, o específicas, enfocadas en aquellos que lo requieran en función de la medida judicial adoptada.
Destacan, por ejemplo, el programa central de Tratamiento Educativo y Terapéutico para Menores Infractores, que trabaja la predicción y gestión de la reincidencia: terapéutico de salud mental; intervención por consumo de drogas, y violencia en la relación de pareja.
García Martín ha recordado que “gracias a la gran labor de los empleados de la ARRMI y la programación que llevan a cabo hemos logrado que nueve de cada diez jóvenes que pasan por los centros de ejecución de medidas judiciales no reincidan en el delito nunca más”. “De hecho, la Comunidad de Madrid es la segunda región con inferior tasa de infracciones penales cometidas por menores por cada 1.000 habitantes”, ha añadido.
El recurso Teresa de Calcuta dispone de 142 plazas para personas ambos sexos, distribuidas en cuatro edificios residenciales dentro de una parcela de 30.000 metros cuadrados. Las instalaciones se completan con un campo de fútbol de césped artificial, pista multiusos, salón de actos y numerosos espacios para talleres –panadería, jardinería, artesanía, cerámica, diseño gráfico, mecánica, etc.– que forman a estos chavales.
Dentro de su abanico de programas y talleres prelaborales, este complejo es conocido por sus actividades deportivas. En concreto, por Mucho más que fútbol y la Escuela de Baloncesto. A través de ellos, los monitores tratan de inculcar valores como el respeto, trabajo en equipo, disciplina o humildad.
